Lo vintage está de moda. Así que no te extrañe que, desde hace algunos años, la tendencia en el diseño de interiores sea mirar atrás. Al rescatar lo mejor del pasado y combinarlo con lo más actual, se ha dado vida a nuevos estilos que seducen por su elegancia y encanto. Y uno de los estilos antiguos que ha renacido con especial fuerza es el art deco.
¿Qué es el art deco?
El art deco (abreviatura de Arts décoratifs en francés, que significa “artes decorativas”) fue movimiento de diseño que surgió en los años ’20 e influyó notablemente en la arquitectura, el diseño de interiores, la moda, la pintura, la escultura y hasta el cine. Aunque su auge tuvo lugar en Europa, no tardó en extenderse por todo el mundo y, hasta la fecha, nos sigue fascinando por su belleza y originalidad.
Inspirado por la tecnología, la maquinaria y la velocidad, y con la mirada puesta en el exotismo del Antiguo Egipto, las culturas orientales y hasta la africana y la maya, el art deco está influido por el constructivismo, el cubismo y el futurismo. En él abundan las líneas aerodinámicas, los patrones simétricos y las formas fraccionadas y cristalinas, que cobran vida con materiales como aluminio, acero inoxidable, laca, madera embutida, piel de tiburón (shagreen) y piel de cebra.
Algunos de los ejemplos más representativos del art deco en la arquitectura son el cine Grand Rex, el Palacio de la Porte Dorée y el Palacio de Chaillot de París, así como los edificios Chrysler, Empire State y Rockefeller Center de Nueva York. Y, en España, tenemos el teatro Pavón de Madrid, el cine Rialto de Valencia, la Gran Vía de Madrid y el Paseo de Gracia en Barcelona.
Por otro lado, la estética de las escenografías de filmes como Metrópolis (1927) y El gran Gatsby (2013) tienen una fuerte influencia art deco. Viendo estas cintas puedes llevarte una excelente idea de los elementos que componen este estilo. También si has jugado videojuegos como Bioshock, Grim Fandago y Skullgirls, donde el art deco empapa completamente los escenarios.
El art decó en la actualidad
El art deco es lujoso, aunque no recargado ni palaciego, ya que a fin de cuentas su espíritu es fundamentalmente urbano. Por eso actualmente combina a la perfección, en pequeñas dosis, con muchos estilos decorativos modernos. De hecho, los expertos asegura que en ningún hogar de estilo ecléctico puede faltar una muestra de art deco, especialmente en apartamentos y casas de las grandes ciudades.
Algunos ejemplos de art deco en el interiorismo contemporáneo son las paredes de escayola con motivos animales o vegetales en relieve, los arcos y los estampados de líneas diagonales en blanco y negro, las barandillas y escaleras con curvas pronunciadas, los muebles curvos de bronce y pan de oro, los espejos ahumados y con incrustaciones de latón, las puertas paneladas de espejo y canteadas de cromo, y el uso de varios tipos de mármoles como el Marquina, el Emperatriz o el Thassos. Ello sin mencionar la instalación de lámparas y esculturas propias de este estilo.
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