No es ningún secreto el arsenal nuclear que poseen los rusos, pues bien es el país con más bombas nucleares, con 1.625 desplegadas, 2.870 almacenadas y 1.760 de carácter estratégico, lo que suma un total de 6.255 cabezas nucleares. Seguido en la lista por su eterno enemigo E.E.U.U. quien posee 500 bombas nucleares menos que Rusia.
En la lista de países en posesión de armas nucleares únicamente hay 9, los cuales en orden de menos a más armas nucleares se encuentran: Rusia (6.255), E.E.U.U. (5.500), China (350), Francia (290), Reino Unido(255), Pakistán(165), India(156), Israel (90) y Corea del Norte el cual tiene los materiales y maquinaria necesaria para construir unas 50 bombas nucleares.
Durante toda la historia se han lanzado más de 2.000 bombas nucleares, pero únicamente 2 fueron contra la población y fueron las bombas de “Little Boy” lanzada por Estados Unidos en Hiroshima en el año 1945 la cual mató a unas 200.000 personas y tres días después se lanzó “Fat Boy” sobre la ciudad de Nagasaki bomba que acabó con unas 80.000. Estas bombas finalizaron la 2 Guerra Mundial con la rendición de Japón.
Desde que Estados Unidos lanzó las dos bombas sobre Japón, no se ha vuelto a lanzar una bomba nuclear sobre población, sin embargo, se siguieron realizando ensayos nucleares hasta el año 1963, donde se firmó Tratado de Prohibición Limitada de Pruebas que prohibía la realización de ensayos nucleares en la atmósfera.
El arma nuclear más poderosa
En el año 1961, se detonó la Bomba Tsar o Bomba del Zar, detonación que se realizó en el archipiélago ruso Nueva Zembla del mar de Barents, en el océano Ártico. Comparando la Bomba del Zar, también conocida por los militares como rds-220 o rds-202, con la bomba “Little Boy” de Hiroshima fué 3125 veces más potente y 2981 veces más potente que la bomba “Fat Boy”, que se lanzó contra la población de Nagasaki.
La también llamada Bomba Emperador, fue desarrollada por un equipo de físicos de la antigua Unión Soviética por las tensiones que había con Estados Unidos por la guerra nuclear. Por lo que la URSS lanzó la bomba nuclear a modo de demostración de su poderío tecnológico.
La bomba pesa 27 toneladas y tiene unas dimensiones de 8 metros de largo y 2 de ancho, lo que hacía muy difícil su manejo. Fué lanzada con un paracaídas de 800 kg para dirigir la caída. En el diseño original de la bomba la explosión era de 100 Mt, pero decidieron reducir la carga para no dañar a la población. ( 1 Mt equivale a un millón de toneladas de TNT).
En el momento de la explosión, la luz de la detonación fué visible en un radio de 1.000km y el hongo atómico llegó a alcanzar una altitud de 64 km sobre el nivel del mar, con una anchura de 35 km de diámetro. Provocó quemaduras de tercer grado en un radio de 100 km desde el epicentro y daños visibles en 1.000 km a la redonda. La onda de choque que generó dió la vuelta tres veces al planeta.
Tras el 75 aniversario de la Industria Nuclear Rusa se desclasificaron y publicaron imágenes de la explosión de la bomba, mostrando también una imagen de Putin con una réplica de la Bomba del Zar. Pues se cree que Putin podría tener una hermana gemela de la Bomba Nuclear del Zar o una incluso más poderosa.
Invierno nuclear
En el caso de que una guerra nuclear explotara, tendría graves consecuencias para la tierra y sus habitantes, ya que la bomba nuclear levantaría tal nube de ceniza y de polvo que estaría en suspensión en el aire durante meses, lo que impediría el paso de los rayos de sol lo cual provocaría las plantas no pudieran realizar la fotosíntesis y por consecuencia de ello provocaría la extinción de los demás seres vivos, al ser las plantas el eslabón más bajo de la cadena alimenticia.
Otra de las grandes consecuencias que tendría una guerra nuclear es el enfriamiento global que sufriría la tierra, algo que ya sucedió durante los años 60 y 70, donde se realizaron una gran cantidad de pruebas nucleares y en los gráficos de temperatura se vieron anomalías térmicas.
En caso de haber una guerra nuclear, los países soltarían las bombas nucleares más poderosas del mundo, por lo que el hollín quedaría en el ambiente durante años, lo cual provocaría que gran parte de la población estaría expuesta a un nivel de hollín muy elevado, provocando estas enfermedades respiratorias y casos de nacimientos prematuros.
Efectos de una bomba nuclear en Madrid
En el hipotético caso de que una bomba nuclear cayese sobre una ciudad como Madrid morirían instantáneamente más de tres millones de personas ya que la explosión generaría una bola de fuego de 113 kilómetros cuadrados con una temperatura 10.000 veces mayor a la del Sol, por lo que evaporara todo lo que se interpusiera en su camino llegando incluso a ciudades como Toledo y Ávila.