Una de las actitudes más valoradas por los grandes sabios de la Antigüedad, y que más favorece nuestra salud mental y física, es la gratitud. ¿Pero qué es la gratitud exactamente? ¿Y cómo puede beneficiarnos? Si quieres saberlo, encontrarás la respuesta a continuación.
¿Qué es la gratitud?
La Real Academia Española (DRAE) define la gratitud como un “sentimiento que obliga a una persona a estimar el beneficio o favor que otra le ha hecho o querido hacer, y a corresponderle de alguna manera”. Pero lo cierto es que, desde los puntos de vista de la filosofía, la psicología y la espiritualidad, la gratitud es mucho más que corresponder a una buena acción.
Los grandes sabios del pasado comprendieron que la gratitud, más que una deuda moral, es una actitud de la mente que permite valorar las experiencias beneficiosas. Por ejemplo, podemos sentir gratitud por estar sanos, por haber encontrado un nuevo empleo, por el éxito de una persona que amamos o simplemente por la sonrisa de aquel niño.
Esta gratitud espontánea y natural ha sido muy valorada en el budismo, hinduismo, judaísmo, cristianismo y hasta en el islam. De ella dijo Cicerón que era la madre de todas las virtudes. Séneca, por su parte, la calificó de recompensa en sí misma y aconsejó “intentar por todos los medios sentirnos lo más agradecidos posible”, arguyendo todos los beneficios que derivan de ello.
Así mismo, en el budismo y el hinduismo se practica la meditación de la gratitud como una forma de desarrollar alegría, ecuanimidad y paz interior. Estos efectos han sido confirmados por estudios recientes, como el realizado por la Universidad de Alabama, que reveló que la gratitud es capaz de reducir el nivel de estrés e incluso superar eventos traumáticos.
Otros estudios han revelado que la gratitud, cuando es sostenida, tiene efectos beneficiosos sobre la salud, ya que regula el ritmo cardíaco y la respiración. Además, se sabe que reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés), y favorece la emisión de dopamina (la responsable por la sensación de recompensa) y la serotonina (conocida como la hormona de la felicidad).
Esto conlleva a importantes beneficios a largo plazo para la salud física y mental, como verás a continuación.
6 beneficios de la gratitud para la mente y el cuerpo
- Mejora el ánimo y genera una sensación de bienestar. El sentimiento de gratitud, así sea por las cosas más pequeñas, induce alegría, contento y tranquilidad.
- Favorece el equilibrio emocional. A ser capaz de apreciar las cosas buenas de la vida y las experiencias positivas, aquellas que nos enojan o angustian pierden poder, ya que dejan de ser lo único en nuestro foco de atención. Esto nos ayuda a manejar las experiencias negativas con mayor ecuanimidad.
- Estimula el rendimiento intelectual. Al producir alegría y tranquilidad, la atención y la concentración mejoran notablemente, lo que estimula nuestro rendimiento intelectual.
- Favorece el sueño profundo. Una de las razones por las que perdemos el sueño, es por estar constantemente enfocados en aquello que nos molesta o preocupa. Pero un solo pensamiento de gratitud es capaz de disipar todo eso y darle a la mente la tranquilidad necesaria para descansar.
- Mejora la salud cardiovascular. Como ya viste, el sentimiento de gratitud regula la respiración y el ritmo cardíaco, lo que ayuda a un mejor funcionamiento del sistema cardiovascular.
- Refuerza el sistema inmunológico. El cortisol, la hormona del estrés, afecta notablemente las funciones del sistema inmunológico. De modo que, al reducirse sus niveles, las defensas del organismo mejoran.
Como ves, la gratitud es realmente poderosa. Vivimos en una sociedad que subvalora la gratitud y se nos insta en su lugar a ambicionar sin medida. Pero, al ser desagradecidos, también nos hacemos tremendamente infelices porque dejamos de valorar lo que tenemos. Por eso, no dejes de agradecer cada día por todo lo bueno que hay en tu vida.